Los chantajes de algunos autoprohibidos que deberían conocer los partidos políticos

La pillería de la que no se hacen eco los medios generalistas.

Podemos lleva los últimos meses, desde su representación parlamentaria en distintas Autonomías, solicitando medidas severas para los salones de juego. Exige sistemas de control en máquinas, mostradores de acceso y una planificación dónde se borra cualquier nueva apertura.

Lo que desconoce Podemos son las triquiñuelas de algunos (y otros no) autoprohibidos para extorsionar al salón. Casos que están siendo más comunes de lo asumible en Comunidades como Madrid y Murcia. 

Una de las situaciones muestra a un cliente que se da de alta en el registro de autoprohibidos poco despúes de entrar en el local. Censura al local que le haya dejado apostar y solicita una hoja de reclamación que traslada más tarde a la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) para luego cursar una demanda al salón. En ella exige una devolución de las cantidades jugadas.

Hay otras ocasiones que un cliente entra simplemente para consumir una bebida en la barra del establecimiento e intenta coaccionar al local que de no satisfacer su petición económica (generalmente exigen cantidades entre 150-300 euros) interpondrá una demanda por permitir jugar a un autoprohibido. Cuando ese usuario nunca jugó, pero en ocasiones resulta difícil si el salón no dispone de cámaras de seguridad u otros medios para demostrarlo.

La pillería no acaba aquí. Se están registrando actos muy esporádicos donde el autoprohibido acude al salón, se graba apostando 10 euros y más tarde reclama por vía judicial daños y perjuicios por 120.000 euros.

Fuente Sector de juegos.